Mi verano como monitora en un camp

Soy Virginia y he trabajado como monitora de campamento en infinitos camps en España y la experiencia siempre ha sido genial. Pensé que en Canadá todo sería igual o parecido y por eso me aventuré a probar, pero no tiene nada que ver. ¡Los campamentos en Canadá son INCREIBLES!

Para empezar, el campamento en el que estuve (Camp Bnai Brith, Montreal) estaba en la provincia de Quebec, alrededor del lago Ludger, en medio del bosque. La naturaleza, las cabañas de madera, los castores salvajes, las diferentes unidades de cada grupo de campers, los diferentes accesos al lago, el tiempo veraniego, la piscina, y un largo etc. hacen del campamento un lugar único en el mundo y, como monitora, tuve la oportunidad de poder disfrutar un mes y medio en medio de este lugar de ensueño.

Una vez visto el sitio, comencé a conocer al resto de monitores y personal del campamento. Gente de todas partes del mundo: Irlanda, Reino Unido, Australia, Austria, México, Canadá, EE.UU. , Israel… Todos eran monitores y monitoras como yo y con ganas de conocernos y pasar un verano fantástico juntos. Además, el campamento es el sitio perfecto para eso. Tuvimos una semana antes de que llegaran los niños (pre-camp) para conocernos y ponerlo todo a punto. Durante esa semana convivimos todos juntos e hicimos un montón de actividades para romper el hielo y crear amistades antes de que llegaran los campers.

Cuando llegaron los niños comenzó la locura. Los campers te ven como el “gran experto del campamento” y su persona de referencia. Como monitora general los acompañé durante el día a todas las actividades del camp: tiro con arco, escalada, waterski, paddleboarding, kayak, masterchef, cerámica, música, fútbol, baloncesto y pude participar en todas ellas. Por las noches teníamos evening program y después, en nuestra unidad, hacíamos un fuego de campamento en el que contábamos nuestras historias, cantábamos y reíamos mientras cocinábamos marshmallows.

Camp Bnai Brith es un campamento judío por lo que he aprendido muchísimo sobre esta cultura. Celebramos algunos rituales judíos de forma muy moderada y bonita. ¡Es otra parte de la experiencia que recomiendo totalmente! En ningún momento tuvimos que rezar o enseñar religión. El contenido religioso era ínfimo.

Si juntas el entorno, la gente que conocí y la infinidad de actividades que podía practicar en el campamento… solo puede resultar un verano increíble del que guardo infinidad de amigos por todo el mundo y muchísimos recuerdos que jamás olvidaré.

Si te apetece vivir esta experiencia en tanto en Canadá como en Estados Unidos es muy fácil. Solo tienes que ponerte en contacto con Travelingua y, yo misma te ayudaré a encontrar un campamento para tu verano 2020. Estas son las formas de contacto:

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