«Hola me llamo Ghizlan y este verano me fui con el programa Work & Travel a trabajar a EEUU y, sinceramente, creo que tomé una muy buena decisión. Es un programa divertido, completo y que te permite adentrarte de lleno en la experiencia laboral en Estados Unidos. Lo recomiendo totalmente porque no se van a arrepentir si lo eligen. Yo trabajé como guía de aventura en un resort de Michigan, algo que nunca había hecho. Trabajar con estadounidenses fue una alegría. Son personas muy implicadas en lo que hacen, muy buenas, siempre dispuestas a ayudar y con una energía increíble. Te valoran muchísimo por ser extranjera y te hacen sentir parte del equipo desde el primer día. Muchas veces tenía la sensación de estar viviendo una película por la forma en la que trabajan, siempre tan alegres, tan positivas y con tantas ganas. Además, tener un empleo allí te permite ver de primera mano cómo funciona el mundo laboral en Estados Unidos: los salarios, los derechos, los beneficios y también las partes más difíciles. Es una forma muy buena de entender su realidad sin tener que comprometerte a largo plazo, algo muy útil si algún día te planteas volver por una temporada.

Aun así, lo mejor no fue solo trabajar, sino convivir con personas de todo el mundo. Vives con estadounidenses, pero también con gente de Europa y de países que jamás imaginaste. Conoces sus culturas, haces amistades increíbles y terminas formando una pequeña familia lejos de casa. También tienes la oportunidad de vivir momentos súper icónicos de la cultura americana, como el 4 de julio, los veranos en Michigan, los días en los supermercados enormes como Meijer… Son detalles que cuando estás allí se vuelven recuerdos muy bonitos .Si tuviera que elegir un momento significativo, para mí lo más especial fue la rutina. Levantarme, ir a trabajar, hablar con los clientes, convivir con mis compañeros del housing, quedar con mis amigos después del turno… Al final fue todo el conjunto lo que hizo que esta experiencia me llenara tanto. No podría elegir un solo momento porque realmente todo el verano fue único y me marcó muchísimo.
Ir con una agencia hizo todo mil veces más fácil. Yo pensaba que gestionar tanto papeleo sería imposible, pero al final prácticamente no tuve que hacer nada. Te explican cada paso, te ayudan en todo, te lo repiten cuando hace falta y te acompañan durante todo el proceso. Viajar así es una tranquilidad enorme y se agradece muchísimo.
Siempre que alguien me pregunta por mi experiencia en Estados Unidos, termino diciendo que se animen, que den el paso y que vivan algo así al menos una vez en la vida. No tienen nada que perder y, en cambio, van a ganar amigos, recuerdos y un crecimiento personal increíble. En la vida hay que dar estos saltos, incluso con miedo, pero al cien por cien. Yo no me arrepiento para nada; de hecho, si pudiera repetir este verano una y otra vez, lo haría sin pensarlo.»




